Ante el temor elevado a una recesión en Estados Unidos y la suba de tasas en Japón los mercados internacionales registraron una jornada olvidable, donde las bolsas a nivel mundial cayeron. Aunque desde Casa Rosada intentaron quitarle dramatismo a la situación, el impacto negativo en la Argentina fue visible y se evidenció en indicadores como el riesgo país.

“Vivimos un gran proceso violento de deflación de activos en estos días. Produce cientos de millas de quiebras en cadena en todo el mundo, es la muerte del que debe plata contra los activos que usamos de garantía que se deprecian”, precisó en su cuenta de X el analista Carlos Maslatón.

En su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el equipo económico de la gestión libertaria estuvo siguiendo de cerca los acontecimientos entendiendo que uno de los objetivos del Gobierno es lograr “una Argentina más incorporada al mundo moderno”.

“De todas maneras tenemos claro lo que estamos haciendo y nada de eso va a afectar nuestro camino”, dijo el funcionario sobre el colapso del Nikkei. Y remarcó: “Tenemos claro dónde está la solución de la Argentina y dónde está nuestra tranquilidad, que es básicamente en las cuentas públicas y en demostrar todos los días que la inflación está bajando, y que queremos llevar a al país por un camino de seriedad para ser un país normal”.

Efectos

La crisis y el contexto de especulación que atraviesa la economía estadounidense surgió a partir de un informe que puso en jaque el rendimiento de los bonos en Wall Street. Allí se reveló que la tasa de desempleo subió en julio más de lo previsto, hasta el 4,3% y eso hizo temblar la economía dado que se trata del nivel más alto registrado en el país desde octubre de 2021. Eso disparó los alertas del índice Sahm, que es una especie de prestidigitador infalible de recesión en el país del norte desde la década de 1970. Ante este escenario y la caída de la bolsa de Tokio, impulsada por la suba de tasas de interés anunciada por el Banco de Japón, los activos argentinos se vieron afectados por el “lunes negro” y el riesgo país se disparó 126 unidades para terminar por encima de los 1.700 puntos básicos, el máximo nivel en cinco meses. Además, se vieron comprometidos los bonos y las acciones argentinas. Los ADRs llegaron a caer hasta 11%, mientras que los bonos en dólares llegaron a marcar una caída del 3,7%.

Como consecuencia de este mal contexto, los bonos cayeron hasta un 10%; el dólar MEP subió 2% hasta $1.350. Y el Merval al CCL cerró la semana en línea con el panorama global y de los ADR, marcando una caída de -7,3%, lo que incrementó su distancia respecto del otrora objetivo de 1.200 puntos.

Fluctuante

En medio de la jornada denominada “lunes negro”, el dólar oficial se ofreció a $ 914 para la compra y $ 954 para la venta en las pantallas del Banco Nación, subiendo $0,50 en relación al cierre del viernes. Producto de las percepciones que se cobran sobre el tipo de cambio antes mencionado, el dólar tarjeta se situó en $ 1526,40. Ayer, el Banco Central (BCRA) vendió U$S 24 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). De esta manera, desde el 13 de diciembre la entidad suma U$S 16.928 millones de balance positivo en las arcas del BCRA, mientras que las Reservas Internacionales se recomponen y se ubican en U$S 28.193 millones.

De forma casi insólita, en el mercado informal el dólar cerró a $ 1370 para la compra y $ 1390 para la venta. La brecha cambiaria del informal se sitúa en 45,7%. El paralelo se ubica $ 365 por encima del valor con el que inició el año.

En este escenario, el analista financiero que dirige la consultora SDS, Salvador di Stefano, compartió sus recomendaciones de inversión y volvió a alertar a los ahorristas por el dólar.

Di Stefano volvió a insistir sobre la premisa que sostiene hace meses: “Los negocios empiezan a pasar más por el lado de los pesos y no por el lado de los dólares”.

Lunes negro en los mercados del mundo: según el vocero presidencial, "nada de eso va a afectar el camino"

Para él, “el mercado está confundido”, ya que “mira hacia el lado de los dólares”, mientras que el Gobierno -con Luis Caputo- “va sacando los pesos”.

“Si el Gobierno te saca los pesos, lo más probable es que no te aumente el dólar”, razonó en base a la ley de oferta y demanda, y, en una publicación que sumó en su blog personal. Incluso se animó a poner precio a la divisa: “No vemos el dólar nuevamente por encima de la zona de $ 1.400 los alternativos y $ 1.500 el dólar blue”.

“La gente está como con el diablo del dólar adentro y hay que ir a exorcizarla, porque, en verdad, el dólar desde que asumió Milei hasta ahora aumentó mucho menos que la inflación”, enfatizó Di Stefano.